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martes, 26 de enero de 2010

Renovar Editorial


Escribir o no escribir, editar o no editar, esa es la cuestión.

Vamos a ver, existen diferencias entre escribir cosas serias y jugosas, o escribir sobre aspectos serios y jugosos.

Existen noticias que van más allá de la misma noticia, son hechos que están sucediendo, que se está librando una batalla por este o aquel concepto, o por aquel análisis que supera los límites de lo normal y cotidiano. Muchas veces existen unas líneas interesadas de pensamiento, actualmente se le suele denominar “relativista”,  en donde escritores y pseucientíficos pergeñan ideas que intentan explicar ideas peregrinas y muy llevadas al cabo de preintereses determinados por su misma finalidad, entre ellas el famosos cambio climático.

La ausencia de cultura científica real, lleva aparejada una merma de poder analítico de carácter grave, cuando las teorías se asocian a intereses multidisciplinares que abogan por querer meter con calzador determinadas materias científicas dentro de unos roles preestablecidos, se lleva a  paradojas curiosas, sin saber física, se niega los principios básicos de la misma, sin saber química se rechazan sus axiomas fundamentales. Sin saber astronomía se falsifican elementos estructurales de la ciencia real.

Y todo ello por los principios de la ciencia relativista, base ideal de todos los males que la ciencia atraviesa hoy día. Es decir, si todo se puede convertir a los principios que quiero establecer, nada mas fácil que idear unos falsos principios para que mis ideas se confirmen en base a mis propios elementos inducidos para justificar mi teoría.
La gente normal, en general, no tiene nivel como para saber lo que le están poniendo delante, y a los políticos en general, mucho menos aun. Todo se rellena con discursos huecos que siempre terminan por comprar a los científicos, que por supuesto son legión los que están dispuestos a encontrar en sus resultados aquello que les de pelas y proyectos y a un electorado que se cree que se puede lavar la angustia provocada por tanta profecía teórica, a base de euros. En cualquier caso tenemos dos ejemplos de como usan nuestra ignorancia para forrarse a nuestra costa, la gripe A y el famosísimo Cambio Climático.